Prevención y tratamiento de tumores del tracto digestivo
¿Qué es el cáncer gastrointestinal?
El cáncer gastrointestinal es una enfermedad en la que se forman células malignas en cualquier tramo del tubo digestivo, afecta principalmente el esófago, el estómago, el intestino delgado, el colon o el recto. Estos cambios celulares alteran el normal funcionamiento del órgano comprometido y el estado de salud del paciente, y puede ocasionar incluso la muerte.
¿Todos los tumores son cáncer?
Los tumores son el resultado del crecimiento anormal de las células en cualquier parte del cuerpo y se clasifican en benignos o malignos de acuerdo al análisis de la biopsia.
Únicamente los tumores malignos son considerados cáncer.
¿Qué son las lesiones precursoras del cáncer?
Las lesiones precursoras de cáncer hacen referencia a aquellos cambios celulares que tienen alta probabilidad de progresar hacia carcinoma. Algunos de estos cambios pueden ser inflamatorios y mantenerse así a lo largo del tiempo, sin desarrollar malignidad; en otros casos, dichos cambios inflamatorios pueden degenerar la célula y progresar a cáncer. Las lesiones precursoras del tracto
gastrointestinal son atrofia, metaplasia, displasia o pólipos y cuando se encuentran en una persona durante la realización de un examen endoscópico es posible realizar un tratamiento preventivo o curativo, en fases iniciales.
¿Cómo se diagnostica el cáncer?
Las alteraciones en los tejidos del tracto digestivo se identifican durante la realización de los exámenes endoscópicos y se confirman con el estudio de la biopsia (pequeños fragmentos del tejido extraído durante la endoscopia o la colonoscopia y que son examinados en el microscopio).
¿El cáncer de vías digestivas es prevenible?
Sí es prevenible. En el caso del cáncer de estómago, se conocen factores de riesgo como la presencia de infección por Helicobacter Pylori y algunos hábitos de alimentación o costumbres sociales como el consumo de alcohol y el tabaquismo, que se pueden corregir y prevenir el desarrollo de la enfermedad; otros factores de riesgo no son prevenibles, como el antecedente familiar de cáncer gástrico. En el caso del cáncer de colon y recto, cuando se encuentran lesiones tipo pólipos, extraerlos previene la formación del cáncer.
¿Cómo se realiza el seguimiento o control de las lesiones precursoras del cáncer?
Cuando se diagnostican lesiones precursoras de cáncer como los pólipos, generalmente se retiran durante la colonoscopia. De acuerdo con el tamaño, el número de lesiones y el resultado de biopsia, se establece una rutina periódica de exámenes de control para vigilar la aparición de nuevas lesiones y retirarlas oportunamente. En el caso de lesiones como atrofia, metaplasia o displasia, se establece un seguimiento endoscópico, con el propósito de vigilar la evolución de estas y retirar cualquier tumor en fase inicial durante el mismo procedimiento.
¿Cuáles son las alternativas del tratamiento del cáncer?
La principal forma de tratar el cáncer es retirar la lesión, ya sea durante el procedimiento endoscópico o si la técnica no lo permite, a través de la resección quirúrgica. Si la lesión se encuentra en fase inicial o temprana, se puede realizar una resección de la mucosa gastrointestinal afectada durante la endoscopia; sin embargo, cuando las lesiones son más avanzadas se puede requerir cirugía con resección parcial o total del órgano comprometido y, a su vez, complementar el tratamiento con quimioterapia o radioterapia. Después del tratamiento se continúa con seguimiento médico y control con exámenes.